Las ideas de Naranjo sobre la educación se ubican en la tradición de los pensadores integrales de la misma como Rousseau, Dewey, Montessori o Steiner. Él propone `una educación nueva, una educación de la persona entera para un mundo total` para `entender lo que nos pasa y lo que pasa a nuestro alrededor`. Uno de los puntos centrales que encontramos en este libro es la necesidad de desarrollar una educación que pueda integrar a las personas y al mundo en que viven.