«Me gustaría acordarme de cada una de mis caminatas y de todas las ventanas a las que me he ido asomando en Manhattan…» Con este propósito, Antonio Muñoz Moli-na en primera persona, escritor y personaje a un tiempo, visita en estas páginas los rincones más personales de Nueva York. Se convierte así en observador cómplice de una realidad próxima a la ficción que configura nuestro imaginario vital y cultural.
Como Ardor guerrero y Sefarad, este libro participa a la vez de la novela y del relato de hechos reales: lo que predomina en él es, por una parte, la naturaleza envolvente de un estilo tan sugerente y un timbre de voz tan personal como los que han venido caracterizando al autor desde sus inicios y, por otra parte, una actitud ética y estética ante la pesadilla y maravilla de la gran ciudad que construye con material verídico una alucinación y una compleja fábula moral.