Hace más de 4.000 años que el ser humano comenzó a fermentar la uva, bien fuera por cuestiones del azar, producto de su temprano espíritu científico o de la propia y simple curiosidad humana; esa bebida, que pasó de almacenarse en ánforas a servirse en el más exquisito cristal con el devenir de los tiempos, sigue considerándose una bebida de dioses. Pero hoy, tras una copa de vino, se esconde un verdadero laboratorio tecnológico que comienza con la planta de la vid y el cultivo de las muchas variedades de uvas que existen en el mundo, la vendimia y el proceso que convierte esa fruta en vino, con el estrujado, la fermentación y la crianza.
Niños y Niñas
Juvenil
Escolares
Derecho y Ciencias Jurídicas
Ciencias y Matemáticas
Gastronomía
Autoayuda