A los dieciocho años, cuando regresaba de una fiesta, María Paz Díaz recibió un impacto de bala a la altura de la cintura que dañó parte de su médula espinal. El autor del disparo fue un gendarme que portaba su arma de servicio. «¿Por qué lo hizo?» es la gran pregunta que ella y sus familiares se hicieron, y que hasta el día de hoy se mantiene sin respuesta.
Esa misma noche, y mientras luchaba por mantenerse con vida en el hospital de Talca, Marita supo que no volvería a caminar. Pese al dolor y a la impotencia, pese a las innumerables dificultades y sinsabores que tuvo que enfrentar, esta mujer, que ahora tiene 31 años, no se rindió y luchó cada día por tener una existencia luminosa y cumplir sus sueños. Con esfuerzo y tenacidad recobró su independencia, fue tenista paralímpica, modelo sobre ruedas y logró viajar por el mundo recogiendo experiencias. Ahora, a trece años de su accidente, ha decidido contar toda su verdad en este libro.